Os recomiendo que los probéis, son unos tiernos y deliciosos rollitos que se deshacen en la boca. Son toda una delicia. He probado con otras recetas y ...¡que queréis que os diga!.
Sin palabras.
Si nos dejamos los ingredientes que vayamos a utilizar, encima de la zona de trabajo, cocinaremos de una manera más rápida y eficiente.
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| Galimoneando |
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Ingrs. para unos 170 rollitos aprox:
- 2 vasos (de los de agua) de aceite de girasol
- 1 vaso (de los de agua) de vino blanco
- la harina que admita (yo he calculado unos 800 grs.)
- una cucharada sopera de azúcar
Para decorar, azúcar glas.
Preparación:
En un bol grande ponemos el aceite, el vino, la cucharada de azúcar y la harina, mezclando todo bien con las manos hasta que quede una masa con la que se puedan formar los rollitos.
Cogemos pequeñas porciones de masa y vamos formando rulos que uniremos dándole forma de rollito (es una manera divertida de pasar el día si hay niños en casa, todos a hacer rollitos).
Precalentamos el horno a 200º C.
Untamos la bandeja de horno con aceite de girasol y vamos colocando los rollitos.
Metemos los rollitos al horno y bajamos la temperatura a 180º C.
Cocemos hasta que queden ligeramente dorados (se les puede dar la vuelta), el tiempo depende de cada horno, no hay que sacarlos excesivamente dorados.
Sacamos del horno y seguidamente rebozamos los rollitos en abundante azúcar glas.
Y a disfrutar galimoneando "con moderación" estos adictivos rollitos de vino.
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