Se comen tradicionalmente con cerveza, como un aperitivo, pero también acompañan perfectamente otras bebidas.
A mí me salieron con estas proporciones 7 lazos y 4 bastones salados "Salzstangen".
Los bastones os recomiendo que los hagáis superfinos, pues quedan más crujientes.
No creáis que estos lazos son tipo bollo, para nada, más bien son panes muy crujientes tipo galletas, pero están exquisitos, vamos, que no hace falta que nos vayamos a Alemania para poder degustarlos y así darnos un capricho.
También quedan deliciosos en el desayuno abiertos y untados con mantequilla, eso sí, cuando están recién horneados. Al día siguiente yo me los caliento sin abrir en la parrilla a fuego mínimo, y una vez calientes, los abro y los unto con mantequilla.
Con una cervecita y un pretzel recién horneado nos transportaremos a Baviera. Guten Appetit!.
Si nos dejamos los ingredientes que vayamos a utilizar, encima de la zona de trabajo, cocinaremos de una manera más rápida y eficiente.
Galimoneando |
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Ingrs. para 8 lazos:
- 6 grs. de levadura seca o 15 grs. de levadura fresca
- 300 ml. de agua
- 500 grs. de harina de fuerza
- 1 y ½ cucharadita de sal
Para el glaseado:
- 1 huevo
- 1 cucharadita de agua
Para el acabado final:
- semillas de sésamo, de amapola o sal gruesa
Preparación:
En un tazón ponemos 100 ml. de agua y esparcimos la levadura (6 grs. de levadura seca o 15 grs. de levadura fresca) y dejamos reposar 5 minutos; removemos con una cuchara de madera para que se disuelva.
En un bol grande mezclamos 500 grs. de harina de fuerza y 1 y ½ cucharadita de sal, hacemos un hoyo en el centro y vertemos el agua con levadura.
Con una cuchara de madera, hacemos caer la harina de los costados del recipiente y mezclamos con el agua con levadura para formar una pasta blanda en el centro. Tapamos con un paño de cocina y dejamos "esponjar" unos 20 minutos, hasta que leude y forme espuma.
Mezclamos con la harina de alrededor y añadimos revolviendo el resto del agua, según sea necesario, hasta formar una masa dura y pegajosa.
Volcamos la masa sobre una superficie ligeramente enharinada.
Amasamos durante unos 10 minutos, hasta que la masa quede homogénea y elástica.
Ponemos la masa en un recipiente y tapamos con un paño de cocina. Dejamos leudar de 1 y ½ a 2 horas, hasta que doble su tamaño.
Desinflamos la masa y dejamos que repose durante 10 minutos.
Dividimos la masa en 8 trozos (cada trozo me pesó unos 100 grs.).
Dividimos la masa en 8 trozos (cada trozo me pesó unos 100 grs.).
Voleamos cada trozo de masa y damos forma ovalada rodando y a la vez estirando los extremos, dejando el centro más grueso, para formar una tira de unos 40 cm. de largo (yo la hice de 55 cm. de largo), que tenga en el centro un espesor de 2 ½ cm. y 5 mm. en los extremos.
Damos forma a los lazos.
Si queréis probar a hacer los bastones salados "Salzstangen", con una porción de las masas, estirarla con un rodillo, hasta dejar un cuadrado que cortaremos en diagonal y enrollaremos partiendo del extremo más ancho, hasta dejarlo muy largo y fino.
Los vamos poniendo en las bandejas de horno, ligeramente enharinadas y tapamos con un paño de cocina. Dejamos leudar unos 45 minutos hasta que dupliquen su tamaño.
Precalentamos el horno a 220º C.
Pintamos los lazos con una glasa de huevo que haremos batiendo 1 huevo con 1 cucharadita de agua. Esparcimos por encima semillas de sésamo, de amapola o sal gruesa.
Y a disfrutar galimoneando estos sabrosos Pretzels.
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