Estos clásicos bollos para la cena son muy tiernos y se hornean juntos formando un pastel redondo; podemos decorarlos a nuestro gusto.
Si nos dejamos los ingredientes que vayamos a utilizar, encima de la zona de trabajo, cocinaremos de una manera más rápida y eficiente.
Galimoneando |
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Ingrs. para 19 bollos:
- 25 grs. de levadura prensada fresca
- 250 ml. de leche
- 60 grs. de mantequilla derretida
- 2 cucharadas de azúcar molida
- 2 huevos batidos
- 560 grs. de harina de fuerza
- 2 cucharaditas de sal
Glaseado:
- 1 yema de huevo y 1 cucharada de leche
- semillas de sésamo
- semillas de amapola
Preparación:
Disolvemos la levadura en un tazón con 100 ml. de leche, removiendo con cuchara de madera.
Calentamos el resto de la leche (150 ml.) junto con la mantequilla y el azúcar. Removemos sin parar hasta que la mantequilla se derrita y dejamos entibiar.
Batimos los huevos y añadimos la mezcla de leche y mantequilla sin parar de remover hasta que la preparación quede homogénea.
En un bol grande ponemos la harina, la sal y mezclamos. Hacemos un hoyo en el centro y vertemos la leche con levadura.
Añadimos la mezcla de huevos, leche, mantequilla y azúcar y mezclamos con la harina hasta formar una masa blanda y pegajosa.
Volcamos la masa sobre una superficie enharinada y amasamos durante 10 minutos hasta que la masa quede homogénea, brillante y elástica.
Dejamos levar entre 1 y 1 y ½ horas, hasta que duplique su tamaño.
Desinflamos la masa y dejamos en reposo 10 minutos.
Dividimos la masa en 19 trozos iguales, (a mí me pesó cada porción 50 grs.).
Damos a cada trozo la forma de una bola.
Engrasamos un molde de unos 24 cm. de diámetro con mantequilla.
Disponemos las porciones formando un anillo exterior de 12 bollos, y otro interior de 6 bollos y colocamos el último bollo en el centro.
Tapamos con un paño o un film y dejamos levar unos 45 minutos, hasta que los bollos dupliquen su tamaño. Batimos la yema de huevo y la cucharada de leche y pintamos la parte superior de los bollos con este glaseado. Precalentamos el horno a 200º C.
Esparcimos de forma alternada semillas de sésamo y de amapola.
Tapamos con un paño o un film y dejamos levar unos 45 minutos, hasta que los bollos dupliquen su tamaño. Batimos la yema de huevo y la cucharada de leche y pintamos la parte superior de los bollos con este glaseado. Precalentamos el horno a 200º C.
Esparcimos de forma alternada semillas de sésamo y de amapola.
Horneamos durante 45 minutos, hasta que los bollos tengan un color dorado y suenen a hueco cuando los golpeamos en la base. Desmoldamos sobre una rejilla y dejamos enfriar ligeramente, después envolvemos en un paño de cocina para mantener el calor. Servimos inmediatamente.
Fuente: El libro del pan, de Eric Treuillé y Ursula Ferrigno.
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